"La sociedad del conocimiento y la psicopedagogía": Acosta, Sofía.

En el presente trabajo se considera pertinente el ir abordando y desglosando determinadas conceptualizaciones que en su vinculación cobran real importancia, como lo son; las TAC, la Sociedad del Conocimiento y ámbito Psicopedagógico, entre otras.

Primeramente al sobrepasar la amplia información de las TAC (Tecnologías para el aprendizaje y conocimiento), a grandes rasgos, se las menciona como aquellas que permiten aprender y adquirir información de una manera más beneficiosa, estableciendo dinámicas y prácticas formativas para explorar los usos de la tecnología digital. En este sentido, el proceso de digitalización de la cultura promueve una nueva construcción social, nuevos paradigmas, cambios y construcciones de sentido, “Los cambios culturales están íntimamente vinculados con las nuevas tecnologías de la información. Estas tienen un impacto significativo…la acumulación de información, la velocidad en la transmisión, la superación de limitaciones espaciales, la utilización simultánea de múltiples medios, son los elementos que explican la fertilidad de cambio que representan estas nuevas tecnologías...”, (Tedesco Juan Carlos, 2000).

Haciendo referencia a la Sociedad del conocimiento, se la puede definir como aquella sociedad que tiene como elemento fundamental para el desarrollo y el progreso, el conocimiento. Siendo su objetivo la promoción y difusión del conocimiento, pudiendo trasladar este a todos los ámbitos de la sociedad, “…es prioritario entonces desarrollar las herramientas que nos permitan, no solo comprender y evaluar las nacientes construcciones sociales sino también colaborar en la construcción de sentido”. Si bien el conocimiento y la transmisión del mismo serán el eje fundamental que guíe y direccione la Sociedad de Conocimiento, se pueden destacar algunas competencias que la puntualizan como puede ser la innovación, la capacidad de transformar los procesos de los cuales surgen los cambios, la necesaria fluidez de comunicación del conocimiento y sus redes de comunicación. Asimismo, enmarca a los procesos educativos como una parte constitutiva de estas sociedades, promoviendo la tarea de habituar a los individuos a seleccionar, a filtrar y a valorar la información (acceso a la educación y a un conocimiento más accesible).

Es en este contexto donde se ponen en juego distintos indicadores (el trabajo en redes, la diversidad, el desarrollo de la autonomía y la pluralidad, concepción constructivista, cooperación, entre muchos otros) y se comienzan a develar nuevos paradigmas, como también a conciliar las necesidades actuales de los docentes, responsables del diseño de entornos representacionales de aprendizaje.

Retomando lo mencionado anteriormente la incorporación, promoción y utilización de las TAC como de todas aquellas estrategias y recursos que pudieran resultar útiles, posibilitan la formación de sujetos competentes en el manejo de la infraestructura tecnológica y en la gestión del conocimiento. Conjuntamente con respecto al abordaje pedagógico las nuevas tecnologías se deben conocer y analizar previamente para poder otorgarles un sentido a su inclusión en las condiciones de enseñanza-aprendizaje. Debiendo tener en cuenta el contexto a trabajar, su funcionalidad hacia la tarea/propuesta/contenidos y si las mismas resultan significativas y pertinentes para las posibilidades de los sujetos.

Personalmente considero que la psicopedagogía es el espacio donde se activan todas aquellas herramientas necesarias para abordar los diferentes procesos cognitivos. Desde medidas y miradas más amplias y con mayor despliegue en sus estrategias, hasta pequeñas intervenciones, las cuales con el asesoramiento y capacitación necesaria podemos resolver, por ejemplo, desde un dispositivo tecnológico. Con la introducción de las TAC sobre dichos procesos se puede generar; una actualización continua de conocimientos y habilidades, competencias digitales, nuevas conceptualizaciones de la enseñanza, generación de entornos virtuales de aprendizaje, etc.

Logrando así, identificar fortalezas y debilidades, trabajar sobre ello, llevando a cabo tratamientos, planes de acción y otros modos de actuar sobre el sujeto que nos convoca. Propiciando además, un equilibrio entre sociedad (sujetos, que podrían ser nuestros pacientes) y tecnología, sin provocar un abuso de los nuevos recursos tecnológicos.